Por qué la salud teleconductual está aquí para quedarse: comodidad, conveniencia y eficacia

La salud teleconductual (TBH) cambió la forma en que los proveedores de cuidados médicos ofrecían servicios durante el transcurso de la pandemia de la COVID-19. En respuesta a la emergencia de salud pública (PHE) que se produjo, los gobiernos federales y estatales ajustaron las regulaciones para que las personas pudieran recibir más fácilmente servicios de salud conductual. Esto resultó en menos interrupciones de acceso, menores costos de atención y ayudó a establecer a la TBH como una modalidad de tratamiento viable.

Aunque la PHE ha finalizado y las visitas en persona han aumentado, la TBH sigue siendo popular. Los proveedores de cuidados médicos y reguladores ahora están trabajando para establecer cómo la TBH puede servir mejor a las personas que necesitan atención, al tiempo que apoya a los proveedores de cuidados médicos en un mundo posterior a la pandemia.

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